Vitaminas

 Son importantes, ya que están involucradas en el control
y regulación de todos los procesos metabólicos.

Las del del grupo B, por ejemplo, ayudan a convertir los alimentos en energía,
Los requerimientos de vitaminas de un atleta son mayores que las de una persona sedentaria.

Debemos incorporarlas en cantidades adecuadas, ya que su carencia está relacionado con una desmejora del rendimiento.

Muchas actúan como antioxidante, protegiendo células y tejidos. Está demostrado que durante una actividad física intensa el consumo de oxígeno puede elevarse hasta 15 veces, esto produce “stress oxidativo” debido a una elevada generación de radicales libres que ataca nuestras células y tejidos produciendo inflamación.

La incorporación adecuada de V antioxidantes C, E, betacaroteno y minerales como
el selenio, cobre, zinc, reducen esos efectos negativos.

El cuerpo necesita 13 vitaminas.

Estas son:

A
B (tiamina, riboflavina, niacina, ácido pantoténico, biotina, vitamina B-6, vitamina B-12 y folato o ácido fólico)
C
D
E
K
El cuerpo también puede producir vitaminas D y K. Las personas que llevan una dieta vegetariana pueden necesitar un suplemento de vitamina B12.

Cada vitamina tiene funciones específicas. Si tiene bajos niveles de alguna, puede tener problemas de salud. Por ejemplo, si no recibe suficiente vitamina C, podría desarrollar anemia. Algunas vitaminas pueden ayudar a prevenir los problemas médicos. La vitamina A previene la ceguera nocturna.

La mejor manera de obtener suficientes vitaminas es mantener una dieta balanceada con alimentos variados. En algunos casos, es posible que se necesite un multivitamínico diario. Es una buena idea hablar con su medico al respecto. Altas dosis de algunas vitaminas pueden ocasionar problemas.

La deficiencia de estas sustancias, se denomina hipovitaminosis mientras que el nivel excesivo de vitaminas se denomina hipervitaminosis.

Vitaminas liposolubles

Las vitaminas liposolubles, A, D, E y K, se consumen junto con alimentos que contienen grasa.

Son las que se disuelven en grasas y aceites. Se almacenan en el hígado y en los tejidos grasos. Debido a que se pueden almacenar en la grasa del cuerpo no es necesario tomarlas todos los días, por lo que es posible, tras un consumo suficiente, subsistir una época sin su aporte.

Si se consumen en exceso (más de 10 veces las cantidades recomendadas) pueden resultar tóxicas.

Esto les puede ocurrir sobre todo a deportistas, que aunque mantienen una dieta equilibrada recurren a suplementos vitamínicos en dosis elevadas, con la idea de que así pueden aumentar su rendimiento físico.

Vitaminas hidrosolubles

Las vitaminas hidrosolubles son aquellas que se disuelven en agua. Se trata de coenzimas o precursores de coenzimas, necesarias para muchas reacciones químicas del metabolismo.

Estas vitaminas contienen nitrógeno en su molécula (excepto la vitamina C) y no se almacenan en el organismo, a excepción de la vitamina B12, que lo hace de modo importante en el hígado.

El exceso de vitaminas ingeridas se excreta en la orina, por lo cual se requiere una ingesta prácticamente diaria, ya que al no almacenarse se depende de la dieta.

Por otro lado, estas vitaminas se disuelven en el agua de cocción de los alimentos con facilidad, por lo que resulta conveniente aprovechar ese agua para preparar caldos o sopas.

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